viernes, 26 de diciembre de 2008

Mi Cumple

Desde la madrugada, todo inició bien.

Mariana y Lorena me fueron a ver antes de que saliera para el zoo, para darme el abrazo, regalo y mi pastel.


A los del zoo, les había pedido permiso un día antes, para poder llevar un pastel y partirlo con ellos. Esto del pastel, es más o menos nuevo para los chinos. Lo que se generalmente hacen es ¡cenar fideos! (como si no los comieran a diario). Pero la idea es que, al ser largos, significa que se te desea una larga vida, y como son de color blanco, también se te desea que vivas hasta que tu cabello se ponga de ese color.

Los jefes de la clínica no me dejaron llevarlo, ellos lo compraron y se preocuparon de hacer una pequeña celebración en la sala de juntas. Invité a varias de las personas con quién más he convivido, y después del lunch, me cantaron el "Happy birthday" y apagué las velitas. Llevaron dulces, semillas de girasol y de calabaza, y chícharos secos como botana. Además de plátanos y unas toronjas gigantes. Casi todos me dieron regalo, cosa que tampoco se acostumbraba en China.
Afortunadamente, no hubo licor de arroz.


Buscando un cuchillo para el pastel. Tarea muy difícil en China, porque toda la comida ya te la dan partida y no se utiliza como cubierto.


El pastel tenía a dos chinitos gordinflones y merengosos.
Para la cena, se planeó ir a un restaurante mexicano. El tour se conformó de Mariana, Lorena, Zhengzhong, Gustavo y Nina. Nina es alemana, también estará en Beijing por corto tiempo, vino por un semestre a estudiar chino.
Según Gustavo, le habían recomendado un restaurante, ubicado al lado de uno de los hoteles en el distrito de comercio. No sabía bien la dirección, pero decía que estaba fácil llegar.
Pues a lo mejor era fácil si estabas hospedado en el hotel, pues solo tenías que cruzar la calle. Nos tardamos más de una hora buscándolo, sin poder encontrarlo. Caminamos como tres veces por la misma calle, y Gustavo le estuvo marcando a la persona que se lo había recomendado, pero nunca le entendió bien la dirección, porque se la decía en chino. Total, terminamos en otro restaurante, también mexicano, que encontramos por casualidad.
El dueño era chino, y como que de México, no tenía mucha idea. El restaurante tenía pinturas simulando algunos códices, con una silueta de Zapata de neón y un tipo que tocaba la guitarra cantando rock en inglés.
La cena también estuvo muy animada. Nina no habla español, solo inglés y por supuesto alemán, además de poquito chino. Gustavo sabe alemán y según él, chino. Así que nos la pasamos entre frases en inglés, español y su traducción simultánea.
Pero los cuasi tacos y quecas, estuvieron muy buenos. Aunque faltó el guacamole y los frijoles eran de lata.
El restaurante se llama "Mexican Wave"
Feliz cumpleaños.
Todavía había ánimos de fiesta, así que nos lanzamos al Propaganda. Un antrín que está en la zona de las universidades, por lo que a pesar de ser martes, estaba lleno. Nos dieron una tarjeta con la que tenías derecho a bebidas a medio precio. Así que entre martinis y vodkas de a 20 pesos, hip-hop, concluyó la celebración.

También en la madrugada, todo terminó bien.

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