martes, 23 de diciembre de 2008

Se acabó Chengdu

Mi último día en Chengdu fue un poco caótico. Bueno, en realidad fue el penúltimo, porque me confundí de fecha y perdí el avión.

Según yo, la fecha de regreso caía en lunes, pero en la vida real, era el domingo. Así, que el domingo, con toda calma y serenidad, me salí a pasear, a recorrer los parques. Ya en la tarde, 1 y media hora antes de que el avión saliera, de casualidad, me fijo en la fecha que marcaba mi reloj. Mi sexto sentido me sugirió checar la fecha en la agenda y...... ¡SORPRESA!.

¿Y ahora?. Pues me apuré en llegar al hotel, la señorita de la recepción casi no hablaba inglés y no me entendía que el avión ya se estaba llendo. Yo trataba de explicarle que llamara a la aerolínea para saber si había un vuelo más tarde. Por fin, lo hizo y me apartó en sitio en el avión de una hora después. De todas maneras no servío de nada, porque se tardaron en hacer la salida del cuarto, por más que me apuré e hice bolas mi ropa en la maleta, salí a tomar un taxi con 40 minutos antes del despegue. El aeropuerto quedaba como a 30 minutos de distancia, y como ya me habían cobrado ese día, pues mejor me regresé a dormir y aparté mi lugar para el vuelo del día siguiente.


En la mañana, me fui al CRIPG a despedirme (como había sido planeado originalmente), y estuvo de pelos, porque me regalaron varios souvenirs y me tomé una foto con un panda juvenil.

La foto, la cobran a los turistas en 2000 pesos. A mí , me la dejaron gratis.


En realidad, me costó 800 pesos, por el recargo de cambio de fecha en los boletos de avión.



1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buena foto!! te mandamos besos