Este templo está ubicado dentro de un área remodelada de la ciudad. Hicieron recreaciones de construcciones típicas, tanto de casas como de comercios, por lo que se antoja mucho andar recorriendo y ver las diferentes artesanías que venden.
Para callejonear
El templo en sí, también está muy cuidado. Aquí guardan algunos huesos de alguno de sus líderes religiosos lama, además de sus escritos, por lo que es un sitio muy reverenciado. Los jardines son amplios, con varios estanques llenos de tortugas. La tortuga es un animal sagrado para los budistas, no le hacen daño y el que estén ahí, lo consideran beneficioso.
Lo extraño es que eran puras tortugas de orejas rojas.
A ver quién encuentra a la tortuga
Edificio principal. Hay muchos en todo el complejo del Templo, cada uno con diferentes representaciones de Buda
Me tocó ver el final de una de sus ceremonias. Puras viejitas estaban presentes. Ningún hombre excepto el sacerdote. Todas con sus togas de color café, sentadas en sus cojines redondos de color amarillo. Quién sabe si era una celebración especial, pero platicando luego con otros chinos, me comentan que la religión está arraigada en las personas mayores, que los jóvenes ya no la siguen tanto. Y por lo menos, en el resto del templo, así era. Solo personas grandes y turistas jóvenes como yo.
A tomar té, charlar y jugar cartas o Mah-Jonhg
Tiene su lugar para tomar té y por supuesto su restaurante de comida vegetariana. Comí ahí y estuvo muy bueno, lo malo fue que a las dos horas, ya tenía hambre otra ves.
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